Turisteo

 

  

San José de las Matas es el más extenso municipio de nuestro país (desde la perspectiva territorial) y aunque allí abunda la belleza, si tuviera que elegir las tres principales razones para visitarlo, serían: su flora, sus aguas y su iglesia. Acá te las presento en detalle a ver si, al final de este artículo, concuerdas conmigo.

 


Foto de las piscinas azufradas en el Parque de Termas Naturales Aguas Calientes, San José de las Matas, República Dominicana.

Una buena visita a San José de las Matas, municipio más grande y poblado de la República Dominicana, ha de incluir una parada para disfrutar de la fuerza, pureza, belleza y magia de sus aguas. Esta realidad, bien conocida desde siempre por quienes practican turismo interno, ha sido reforzada luego de la inauguración en 2015 de una opción única en nuestro país: el Parque de Termas Naturales Aguas Calientes, un balneario cuyos espacios están estructurados para el disfrute del entorno y que resulta peculiar tanto por la temperatura como por la composición química del recurso hídrico.




El Teleférico de Santo Domingo, inaugurado en mayo de 2018, es una solución de movilidad sostenible que busca responder al notable problema de transporte de nuestra ciudad capital. Su construcción fue iniciada en el 2015 con el objetivo de cubrir una ruta de cinco kilómetros, tuvo un costo superior a los 8.4 millones de dólares por kilómetro y logró conectar a más de 30 barrios de la cuenca norte del río Ozama.

Generalmente cuando escuchamos la palabra turismo solemos pensar en pasaportes, maletas, viajes, gastos, dinero....  La RAE define turismo como “actividad o hecho de viajar por placer”. Para la Organización Mundial del Turismo, son “actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual…”, y en países como la República Dominicana se piensa en la renombrada “industria sin chimeneas”, que favorece el desarrollo socioeconómico de nuestra media isla a través de la participación de diferentes sectores poblacionales y empresariales.

Siempre hay algo que hacer en Santo Domingo, incluso cuando lo que se desee sea sentarse por dos horas frente a una pantalla buscando evasión, reflexión o simplemente diversión.

Si bien las salas de cine fueron desapareciendo en pos de los multicinemas en los centros comerciales, todavía persisten algunos esfuerzos más modestos en transmitir cultura a través del celuloide.